viernes, 1 de julio de 2011

Cómo hacerlos hablar C. Sautet y otros


C. Sautet

Con Dabadie no hacemos diálogos chocantes, buscamos siempre lograr un diálogo cotidiano, aunque no banal. Es un diálogo con puntos de suspensión. En cuanto hacemos decir una verdad general a un personaje atractivo, se produce en el espectador una identificación entre el personaje y el autor, que le hace tomar esta verdad como un mensaje. Es el problema moral: desde el momento en que se procura una emoción a través de un personaje, el espectador se dice: “Entonces es él, entonces es su emoción”.

A. Téchiné

Escribiendo Rendez-vous con Assayas, decidimos eliminar todo lo que fuera descriptivo: el guión era muy despojado. Quedaban sólo los personajes, que no dejaban escapar, y los diálogos, que son la substancia misma de este proyecto: buscábamos diálogos muy prosaicos, directos e indirectos. Jamás puedo considerar los diálogos como definitivos: a excepción de Soeurs Bronte, nunca rodé una película sin modificarlos a último momento del rodaje: siempre se trata de decir lo mismo, pero es sólo en ese momento cuando encuentro la forma más apropiada.                  

C. Miller
            Michael escribía solo el diálogo de Garde à vue y me enviaba el guión dialogado de veinte páginas. Mi primera actitud fue tomar lo que me gustaba, dejar el resto y reescribirlo. Término haciéndome un escándalo (la producción también) y diciéndome:” Es así y no de otro modo”. A continuación, me di cuenta que yo no tenía razón: sus diálogos corregidos por mí hacían hablar a todos los personajes de la misma manera mientras que los suyos tomaban un carácter formidable desde las primeras repeticiones. Mi puesta en escena se ha basado en ese diálogo como en una obra de teatro.

P. Kané

Para mí, una escena donde los personajes no hablan no existe. Cada vez más, es el diálogo el que me determina el resto. Yo escribo fragmentos de diálogos entre los personajes, que traban sus relaciones, luego los desarrollo.
El diálogo es mucho más interesante que la puesta escena: para ser interesante, ella debe estar sometida a los personajes y al diálogo. Puede no estar escrito, estar abierto a lo aleatorio, pero la puesta en escena será improvisada en función de lo que tiene que decir: no tiene existencia autónoma.     

Extraído de, C. Sautet y otros“La forma del guión”  en Antes que en el cine, entre la letra y la imagen: El lugar del guión. Pág.92-93. Comp. Carlos Gamerro y Pablo Salomón.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario