viernes, 1 de julio de 2011

Diálogo explicativo de Michael Chion


Esta debilidad, a la que se expone todas las artes dramáticas de “imitación” (drama teatro) ya fue señalado por Aristóteles en su Poética: el diálogo es explicativo cuando los personajes se sirven de él ostensiblemente para comunicar informaciones al público, más que para hablar entre ellos, cuando este diálogo no está “en situación”, vivo, plausible; corresponde, en cambio, a una comodidad del dramaturgo.
Es esta debilidad la que marca la diferencia entre géneros narrativos tales como la novela en la que siempre podemos contar:”X, yo esposo de Y, quiero matar a su amante” y en los que hay que dramatizar todas las cosas.
Evidentemente, es en la exposición de la película, la que debe dar al espectador una gran cantidad de información nueva en muy poco tiempo, que la tentación del diálogo explicativo es más fuerte.
Citemos, en este sentido, distintas observaciones típicas de Mizoguchi a su guionista Yoda, sobre el guión que está escribiendo de los Contes de la lune  vague: “Para evitar todo diálogo que comente la acción, me parece que haría falta crear una gestualidad arraigada en el temperamento profundo de los personajes (…). En la escena de la “barca sobre el lago”, el diálogo es siempre muy explicativo”. Además: “las palabras te voy a matar deben ser reemplazadas por un gesto amenazador”. Y aún: “Falta del género: yo que soy el rey como vos sabés”, “La batalla parece haber comenzado”. Mizoguchi sugiere poner en su lugar una escena de incendio. Y finalmente: “Es necesario que las palabras y los gestos correspondan exactamente a los sentimientos de los personajes (…). Hace falta emoción, no un comentario. (Cahiers du Cinéma, Spécial Mizoguchi, 56-58)  

Extraído de, Michael Chion “La forma del guión”  en Antes que en el cine, entre la letra y la imagen: El lugar del guión. Pág.93-94. Comp. Carlos Gamerro y Pablo Salomón. 

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